_ ¿ Qué haces?-preguntó Andrea.
_ Ver como crecen los helechos.
_ Andrea tú madre te busca para merendar. NO SE ENTIENDE
_ Vale, entonces dile a Santos que me he ido a merendar,
Gregorio se fue a su casa y su madre se enfadó al saber que Gregorio había estado en le caserón de aquel chalado de santos. Pero Gregorio desobedeció y al día siguiente volvió al caserón.
Andrea era la sobrina de Santos y también muy amiGa de Gregorio, los dos inventarón una excusa para irse por la tarde y así poder ir al caserón, merendaban y se iban, así pasaron las semanas, incluso un mes, Santos organizó su casa, hizo obras e hizo una habitación sola y exclusivamente para el estudio de las plantas, se quitó la obsesión de estar todo el día frente a las plantas y empezó a conocer mundo.
Al cabo de tres meses los padres empezaron a sospechar y un día casi los descubren.
Gregorio y Andrea tenían que ir con mucho más cuidado, ya solo iban una vez a la semana.
Un día Gregorio no esperaba más y se lo contó todo a sus padres, les presentó a Santos, que era una persona amable, simpática y cariñosa, así los padres de Gregorio no volvieron a sospechar más.
viernes, 3 de octubre de 2014
El movimiento continuo (continuación)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy bien Pepe, un repasillo y perfecto.
ResponderEliminar