Entonces oyó:
-¡¡Simón, Simón!!
Miró quien era, ¡y era Nora! Entonces Simón se echó al agua y se fue a la orilla nadando pero, ¡de pronto salió un tiburón! Simón recordó que tenía pescado en los pantalones (por un motivo desconocido), así que Simón se puso encima del tiburón, le puso el pescado enfrente y él como loco, nadando con toda sus fuerzas. Cuando estaba cerca de la orilla, Simón le dio el pescado al tiburón y pegó un salto hasta la orilla, allí estaba Nora:
- Nora, he venido lo más rápido posible. - Dijo jadeando.
- Lo sé, he visto que has domado al tiburón.- Dijo impresionada.
-¿¡Tiburón!? ¡Pero si yo pensaba que era un delfín!- Replicó impresionado de sí mismo.
Nora se rio.
-Has venido a por el beso, ¿no?-dijo Nora.
-Sí- dijo nervioso Simón.
Entonces Nora le besó, en ese momento ya querían casarse. Pasaron dos meses, y entonces se casaron, tuvieron dos hijos llamados Beso, para recordar lo que le dió Nora a Simón y Naranja, para recordar lo que le dio Simón a Nora
miércoles, 5 de noviembre de 2014
El cuento del joven marinero (continuación)
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Está bien Alejandro, sólo algunos problemillas de puntuación.
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