martes, 4 de noviembre de 2014

En busca de la espada de diamante.

Steve era un granjero que vivía en una pequeña aldea con su gato Snuggles cultivando trigo, patatas, calabazas... No le gustaba nada correr riesgos, por lo tanto, se limitaba a hablar e intercambiar materiales solo con sus amigos de la granja, porque desconfiaba de los que no fueran ellos, debido a que podrían ser ''griefers'', que eran ladrones, destruían casas y robaban a las personas indefensas.

Su vida era tranquila hasta que un grupo de zombis atacó la aldea. Intentó utilizar una espada que había intercambiado con un amigo, pero fue en vano y tuvo que escapar a otra dimensión llena de lava, monstruos y griefers para encontrar una espada de diamante súper poderosa con la que derrotar a los zombis. En el camino encontró un griefer, que por un golpe de suerte cayó a la lava y Steve pudo escapar. Iba a volver al mundo normal, pero sabía que aparecería en un sitio al azar.

Se arriesgó y apareció en un desierto. Por suerte, había un templo abandonado en el que solía haber diamantes, Steve necesitaba cuarenta para crear la espada.

En el templo encontró a unos caza tesoros, dos chicos y una chica llamados: Henry, Max y Lucy. También buscaban diamantes, Steve les preguntó si querían ir con el y dijeron que sí.

Después de luchar con muchos monstruos, encontraron los diamantes que vigilaba un griefer. Lo derrotaron y picaron los diamantes. Cuando terminaron volvieron al otro mundo y intentaron encontrar el primer portal, el que llevaba a la aldea, no lo encontraban así que decidieron hacer un portal al fin, La guarida del dragón. Desde allí podrían volver a la aldea. El dragón era el monstruo más poderoso de todos los mundos de Minecraft.

Construyeron el portal y... No puedo contar más, si queréis saber lo que pasa lo tenéis que leer. Podéis pedirme el libro para saberlo.

Este libro está basado en un videojuego, si os gusta el juego, seguro os gustará el libro.


2 comentarios:

  1. Bastante bien Antonio, pero procura hacer las oraciones más cortas, que te han quedado demasiado largas.

    Dale un repasillo a las faltas.

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