Gerónimo Stilton en el reino de la fantasía
Era una mañana cualquiera, cuando Gerónimo entró a su oficina, se dio cuenta de que sería una jornada tremenda. Cuando salió del trabajo, se dio cuenta de que estaba lloviendo y corrió lo más posible para llegar a su casa. Al llegar, no había luz, y subió al desván a buscar velas. La ventanilla del desván se abrió de repente cuando...¡UNA ESTELA DE UNA ESTRELLA TRASPASÓ LA VENTANILLA! Era una cajita de cristal lo que iluminaba.
Gerónimo cogió una pequeña llave y de pronto oyó un crujido. La estela se había convertido en una escalera de polvo de oro. Subió y subió... Hasta que se encontró con una pequeña puertecita de oro. La abrió y al pasar la puerta se encontró con una ranita. Se llamaba Plumilla verdoso. Este lo acompañó todo el camino. Gerónimo siguió su camino hasta llegar a una puerta de rubí.
La cruzó y se encontró con el reino de las brujas. También estaba el reino de las sirenas, con una puerta de una roca brillante y amarilla. El reino de los dragones, con una puerta de cuarzo amarillo. El reino de los duendes, con una puerta de esmeralda. El reino de los gnomos, con una puerta de zafiro. Y por último, el reino de las hadas, con una puerta de diamante.
Si queréis saber cómo continua el libro, leedlo, está muy chulo, y además, tiene ocho olores. Si queréis, podéis pedírmelo y leerlo.
Está muy bien Rocío, un repasillo y estupendo.
ResponderEliminarYa he corregido seño.
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