La historia comienza con el chocolate, porque Leo (seguramente el más glotón del mundo) se compró veinticinco tabletas de chocolate y cuatro más por una sola cosa: un premio. Salían cupones de colores, y tocaba de color blanco (un día en la playa de Cornualles), el amarillo, el verde y el rojo (dos, tres o cuatro días en una capital europea), y el dorado (diez días en una ciudad sorpresa).
Leo después de comprarse tantas tabletas, se compró la última y le tocó el dorado.
La ciudad era Tíbet, y se iban en un tren llamado "tren del cielo", pero primero iban a llegar a China en avión. Cuando llegaron, vieron a una china graciosa. Se llamaba Xiao Xiao, y a las cinco se fueron en el "tren del cielo". Martin les contó una leyenda, y justo cuando terminó, entró a su vagón una gran nube de humo, igual que la leyenda. Y también una cabeza blanca como la de un fantasma, pero era un viejecito llevando la sopa muy caliente. Había mucha altura, y normal, pasaban muchos antílopes, pues pasaron por delante del tren una hora, y como se había quedado una cría de antílope, Rebecca se puso a gritar como una loca:
-Paren el tren.
Pero como nadie le hizo caso, se bajó del tren, y cogió el antílope sano y salvo. Luego vieron a un animal gigante como un armario y peludo como un bisonte, además hacía una música muy bonita, pero una cosa más, olía fatal.
En el Tíbet Bat Pat se encontró a un murciélago llamado Flahi Batba, que era de color amarillo.
Comieron, y Xiao Xiao les enseñó restos muy curiosos: pelo blanco, dientes, garras...
Además, le dijeron que el yeti existía, y Leo (seguramente el más miedoso del mundo) se puso a temblar. Batba le enseñó a Bat Pat a aguantar el frío y a poner la lengua en u, pero no lo consiguió.
En menos de un minuto algo golpeó el techo del vagón. Todos se dieron un susto.
Entró un hombre que tenía un sombrero de piel y una cicatriz, llamado Fulton Carabina. Además quería matar al yeti, Rebecca intentó tirarse a él, (porque quiere a todos los seres vivos) pero Martin se lo impidió. El maquinista y su ayudante bajaron del tren, y sin que se dieran cuenta, detrás suya estaba Fulton Carabina, (el de la cicatriz) y tenía un fusil. Rebecca fue a por él, pero escapó.
Llegaron unos antílopes, incluyendo la cría que Rebecca había salvado, y se montaron en ellos.
Se metieron en una cueva, y de nuevo, olieron al yeti. Salieron corriendo, pero el yeti se sabía el camino de memoria. El yeti cogió a Leo, le abrazó y hasta le dio un beso en la mejilla.
Leo estaba repartiendo almendras a los antílopes (y como no, él también estaba comiendo).
De momento, oyeron una voz, era Fulton Carabina. Flahi Batba lanzó un silbido que nada más oyeron el yeti y Bat Pat, se cayó una estalactita que había en el techo, y chocó contra el fusil y Batba.
Lo último que le dijo fue que pusiera la lengua en S. Bat lo hizo, y se cayeron estalactitas gordas formando una jaula de hielo. Luego, el yeti cogió el fusil y lo dobló como si fuera plastilina.
Se despidieron de Flahi Batba, los antílopes y el yeti. Espero que os haya gustado, y os recomiendo que os lo leáis. Por último os diré los personajes principales:
Bat Pat, Leo, Martin y Rebecca.
Has escrito un relato muy largo y eso requiere mucho esfuerzo, felicidades. Pero en realidad no hace falta que cuentes tantos detalles de la historia (sólo el inicio), para que tus compañeros se queden con ganas de leerlo.
ResponderEliminarTambién es conveniente que nos cuentes qué es lo que más te ha gustado a tí para recomendarlo.
Ya lo he corregido
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