Érase una vez, hace muchos años atrás un joven y apuesto campesino que se llamaba, Diego, pero le llamaban Diego el valiente porque no le tenía miedo a nada.
Un día la princesa de aquel extraño país comentó a su padre sollozando:
-Padre, el osito que me regalaste se a escapado.Lo peor es que lo tiene la bestia de las siete cabezas.
-Bueno, no te preocupes, llamaré a Diego el valiente y si rescata al osezno se casará contigo.
La verdad es que la princesa soñaba con Diego el valiente, así que le encantó la propuesta. Pero Diego estaba enfermo, tenía una úlcera, entonces el rey llamó al segundo hombre más valiente del país.
El problema era, que era más feo que un piojo, el hombre era llamado, "el piojo", era bajo y le encantaban los cabellos rubios y lisos.
-¡Pero papá!,¡ yo no me caso con ese tonto, feo y mal educado, jolines.!
-Hija, ¡qué modales son esos!
Discutieron durante horas, hasta que a la princesa se le ocurrió algo.
-Llamaré a mi fiel duende, y se hará pasar por Diego, ¡genial, soy un genio!
Así fue, el duende sacó al osezno mientras quemaba a la bestia con un soplete.
El hombre piojo acabó lesionado con una rotura de ligamentos y una pequeña fisura.
Una mañana mientras dormía Diego se calló una taza y Diego exclamó:
.¡Ay qué susto! Guárdame el secreto princesa.
-Sí, lo haré.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
martes, 17 de junio de 2014
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No olvides las etiquetas Pepe. No está mal el cuento, pero el final cuesta un poquito de trabajo entenderlo.
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