El milagro

Érase una vez, en una parte de España, había un niño llamado Lucas. Lucas tenía diez años. En el colegio, siempre que toca la sirena para ir al recreo, recoge sus cosas rápidamente, coge el desayuno y sale corriendo. En el recreo, siempre está jugando con sus amigos, de vez en cuando hay una pelea y siempre se divierten. Pero una vez, la sirena tocó, no para el recreo, sino porque había un incendio. Lucas recogió sus cosas y salió corriendo al patio pensando que era la hora del recreo, pero el fuego estaba justo en el patio.

El profesor, mirando si faltaba alguien, se dió cuenta de que faltaba Lucas, sus amigos también se dieron cuenta de que faltaba, todos estaban llorando. Cuando los bomberos llegaron, entraron dentro del edificio búscandole hasta que a uno se le ocurrió mirar en el patio. Seis bomberos fueron a buscar en el patio junto con cuatro extintores, una manguera y un hacha. Los bomberos tardaron media hora en apagar el fuego, afortunadamente, el fuego sólo había quemado una pequeña parte del edificio, pero seguían sin encontrar a Lucas. Pasaron tres días y seguían sin encontrarlo, pero encontraron una cosa, una cámara. Miraron la cámara, en el vídeo sólo aparecía algo parecido a un niño a lo lejos que le había rodeado el fuego, ¿será Lucas? Pasados diez minutos, el fuego le había alcanzado. Entonces, ya estaban pensando: "Estamos buscando un cadáver", pero, ocurrió un milagro, ¡encontraron a Lucas vivo! Al parecer, una viga que se cayó, se puso encima suya protegiéndole del fuego. Al cabo de dos semanas en el hospital, Lucas se había recuperado y seguía con su vida normalmente, pero teniendo ese horrible recuerdo. Pero había algo que faltaba, ¿quién se quemó en el vídeo de la camara? Tras cinco días investigándolo, averiguaron que no era alguien, sino la rama de un árbol que había caído y se había puesto de pie.

Fin.