EL CASTILLO DE ROCA TACAÑA

Todo comienza con una carta, una carta para Gerónimo Stilton. La carta parecía sellada con un sello, pero si te fijas en realidad era un chicle mascado. El sobre, si te fijas detenidamente te podías dar cuenta de que eran trozos de periódico húmedo pegados. Depués de darse cuenta de todas esas cosas. Gerónimo abre la carta, era una invitación de boda de un primo lejano.


Al principio él no conseguía recordar de quién se trataba,  así que llama a su hermana Tea, que le dice que a ella también le había llegado la invitación, así que juntos emprende un viaje. Al llegar se encuentran con un enorme castillo del que cuelga una especie de bandera en la que hay un nombre bordado "Castillo de Roca Tacaña". Nada más ver el castillo Gerónimo, sabía de lo que se trataba eso de Roca Tacaña.


Ese castillo estaba hecho de todo tipo de materiales, placas de aluminio mal colocadas, alguna que otra piedra rota... Bueno, en conclusión, que no se habían gastado mucho dinero en construirlo. Los recibe el dueño de la casa, el tío de Gerónimo y Tea, su hijo era el que se casaba.




Su hijo se casaba con una joven ni muy alta ni muy baja, ni muy gorda ni muy flaca, ni muy guapa ni muy fea. Total, que ni era horripilante ni era deslumbrante, eso sí, tenía mucho dinero. La familia del novio era muy tacaña. La prometida estaba empezando a sospechar que su prometido solo la quería por el interés.




Gerónimo trae como regalo de bodas una quesera de oro macizo, y Tea un pieza de lencería bastante atrevida. El prometido de Cloaquita, que era así como se llamaba la novia,  rechazó ese regalo porque su prometida solo lucía prendas nada atrevidas y de color gris.



¿Qué pasará, se casarán? ¿Cloaquita se cansará?
Todo esto y mucho más en este magnífico libro, que parece pequeño y aburrido pero en realidad es enorme en contenido y la mar de divertido.