- Había nueve días: coprocho, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo y kiki.
- Había catorce meses: caprol, enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, felco, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
- También había sólo dos días de colegio y, además, sólo jugaban a Educación Física. (Ójala yo estuviera en este planeta.)
Ese planeta estaba poco habitado. Un día, dos hombres se pelearon y se lió una pelea que tardó una semana, es decir, 9 días. Se llamaban Pedri y Juon. Todo empezó así:
- Hola. me llamo Pedri, ¿y tú?
- Yo me llamo Juon.
- ¡Qué nombre más feo!
- Más feo es el tuyo.- le respondió Juon.
Y así comenzó la pelea.
Todos intentaron pararlos, pero era imposible, estaban muy cabreados. El alcalde de Montikiko, el pueblo donde ocurrió la pelea, los juzgó y dijo que iban a estar 34.500.678 años de cárcel, es decir, 246.345.543 meses y 713.486.142.502 días.
Cuando pasó todo ese tiempo, Pedri y Juon seguían vivos e hicieron las paces.
Pero vino un troll gigante a Montikiko y destrozó toda la ciudad, pero se llevó a los habitantes supervivientes en un carro de madera.
El troll era muy feo y tenía un cuerno en la barriga.También tenía el pelo largo como una serpiente y gris.
Pedri y Juon escaparon y se marcharon al planeta Tierra en una nave espacial.
La nave era muy grande y tenía dos plantas: la de combate y la de cocina. La planta de arriba era circular y la de abajo tenía una forma rara.
Aparcaron la nave en la estación espacial, pero la aparcaron mal y destrozaron la estación. Cogieron una pecera de su nave y se la pusieron en la cabeza y fueron volando a la Tierra.
Cuando llegaron a la Tierra, nadie notaba nada extraño hasta que un día...
- Hola, me llamo Juon.
- Yo me llamo Eduardo.- le dijo un hombre que no lo conocía de nada.- Qué nombre más raro tienes, ¿no?
- Mi nombre es normal.- respondió Juon un poco enfadado.
- Bueno, más o menos sí que es raro.
Juon se enfadó y se le pusieron los ojos rojos, le disparó un rayo láser al hombre y lo desintegró.
El juez le llevó a la cárcel y estuvo solo cien años (para Juon).
Cuando salió de la cárcel, Pedri le acompañó hasta sus nuevas casas, casas que había robado. Las casas eran unos perros marrones y blancos. Y las dos tenían dos plantas. Los dos se aburrían en el planeta Tierra y se fueron a la Luna en su nave espacial. Allí se encontraron una sombra, que les dio mucho miedo. Después salieron tres extraterrestres. Eran blancos, con los ojos negros y muy grandes. Tenían el cuerpo muy delgado y el cuello con muchas arrugas y fino. Parecía ser que el jefe era el pequeño extraterrestre, porque les preguntó a los otros:
- Esclavos, ¿los matamos o los dejamos vivir?
- Yo creo que los debemos capturar, cocinarlos y comérnoslos.- dijo el extraterrestre de la derecha.
- Pues yo creo que los debemos dejar en libertad.- opinó el de la izquierda.
- Nosotros nos quedamos con el de la izquierda.- respondieron tiritando Pedri y Juon.
- ¡Calláos!- exclamó el jefe.- Los mataremos y los cocinaremos.
Los extraterrestres petrificaron a Pedri y Juon, se los llevaron a su casa en la Luna y se los comieron.
- Hola. me llamo Pedri, ¿y tú?
- Yo me llamo Juon.
- ¡Qué nombre más feo!
- Más feo es el tuyo.- le respondió Juon.
Y así comenzó la pelea.
Todos intentaron pararlos, pero era imposible, estaban muy cabreados. El alcalde de Montikiko, el pueblo donde ocurrió la pelea, los juzgó y dijo que iban a estar 34.500.678 años de cárcel, es decir, 246.345.543 meses y 713.486.142.502 días.
Cuando pasó todo ese tiempo, Pedri y Juon seguían vivos e hicieron las paces.
Pero vino un troll gigante a Montikiko y destrozó toda la ciudad, pero se llevó a los habitantes supervivientes en un carro de madera.
El troll era muy feo y tenía un cuerno en la barriga.También tenía el pelo largo como una serpiente y gris.
Pedri y Juon escaparon y se marcharon al planeta Tierra en una nave espacial.
La nave era muy grande y tenía dos plantas: la de combate y la de cocina. La planta de arriba era circular y la de abajo tenía una forma rara.
Aparcaron la nave en la estación espacial, pero la aparcaron mal y destrozaron la estación. Cogieron una pecera de su nave y se la pusieron en la cabeza y fueron volando a la Tierra.
Cuando llegaron a la Tierra, nadie notaba nada extraño hasta que un día...
- Hola, me llamo Juon.
- Yo me llamo Eduardo.- le dijo un hombre que no lo conocía de nada.- Qué nombre más raro tienes, ¿no?
- Mi nombre es normal.- respondió Juon un poco enfadado.
- Bueno, más o menos sí que es raro.
Juon se enfadó y se le pusieron los ojos rojos, le disparó un rayo láser al hombre y lo desintegró.
El juez le llevó a la cárcel y estuvo solo cien años (para Juon).
Cuando salió de la cárcel, Pedri le acompañó hasta sus nuevas casas, casas que había robado. Las casas eran unos perros marrones y blancos. Y las dos tenían dos plantas. Los dos se aburrían en el planeta Tierra y se fueron a la Luna en su nave espacial. Allí se encontraron una sombra, que les dio mucho miedo. Después salieron tres extraterrestres. Eran blancos, con los ojos negros y muy grandes. Tenían el cuerpo muy delgado y el cuello con muchas arrugas y fino. Parecía ser que el jefe era el pequeño extraterrestre, porque les preguntó a los otros:
- Esclavos, ¿los matamos o los dejamos vivir?
- Yo creo que los debemos capturar, cocinarlos y comérnoslos.- dijo el extraterrestre de la derecha.
- Pues yo creo que los debemos dejar en libertad.- opinó el de la izquierda.
- Nosotros nos quedamos con el de la izquierda.- respondieron tiritando Pedri y Juon.
- ¡Calláos!- exclamó el jefe.- Los mataremos y los cocinaremos.
Los extraterrestres petrificaron a Pedri y Juon, se los llevaron a su casa en la Luna y se los comieron.
Está muy chulo Juanma. Yo también quiero vivir en ese planeta.
ResponderEliminar¿Quién no quiere vivir en ese planeta?
ResponderEliminarJajaja me encanta como has mezclado matemáticas y lengua. En general me encanta.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias a ti y a Alejandro.
ResponderEliminarEstá muy bien hecho Juanma, vaya imaginación que tienes, pero....¡Mira que siempre tiene que morir alguien!
ResponderEliminarYa lo he corregido.
ResponderEliminarQué divertido jaja.
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