Un día que por fin Geronimo había llegado a su casa, cerró la puerta y murmuró satisfecho: "¡Por fin en casa!
Mordisqueó un pedazo de tarta de queso mantecoso...también se tomó una taza de manzanilla...se lavó los dientes...se puso el pijama favorito, caminó hasta la cama, y se metió bajo las mantas.
Se durmió, pero mas tarde sonó el teléfono, atendió y era su primo que lo quería ver al día siguiente a las nueve, sin falta en la plaza Ratamaza. Después de un rato, volvió a llamar para que no se le olvidase. Él se durmió, y de repente, se despertó otra vez a medianoche porque sonaba el teléfono que no se le olvidase lo del siguiente día. Geronimo le dijo, que si le podía dejar dormir.
Y no te cuento más porque es muy emocionante lo que pasa al final.
A mí me ha gustado, y les recomiendo que lo lean a quien le gusten las aventuras.
Y no te cuento más porque es muy emocionante lo que pasa al final.
A mí me ha gustado, y les recomiendo que lo lean a quien le gusten las aventuras.
me a gustado
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
ResponderEliminarMuy bien Julieta, dale un repasillo.
ResponderEliminarYa lo he corregido.
ResponderEliminar