miércoles, 8 de octubre de 2014

Una tarde inolvidable.

 Cuando me fui a darme una vuelta para despejarme, me encontré con mi mejor amiga Raquel. Ella me dijo que si nos íbamos a darnos una vuelta juntas. Como yo llevaba mi móvil, llamé a mi madre para preguntarle que si me dejaba estar más rato en la calle. Ella me dijo que  sí.



Nos fuimos a comprar chuches. Ella no llevaba dinero, pero como yo llevaba idea de comprarme chuches antes de estar con ella, le presté. Yo llevaba cuatro euros, a ella le presté dos euros. Después de comprar las chuches, nos fuimos a dar un paseo.



Cuando eran las seis y media de la tarde, decidimos irnos al parque vivero. Allí jugamos, reímos, corrimos...

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