Me fui a Sierra Nevada y me monté en un autobús muy grande. Nosotros vimos una película y cuando terminó quisimos cantar, pero la Seño Pilar no nos dejaba.
Cuando bajamos del autobús, el frío me rozaba el brazo como una brisa, olía el aire puro y fresco y las montañas estaban blancas por la nieve que relucía con el sol.
Me monté en trineos y me tiré con mi mejor amiga. Fuimos a un polideportivo y me enseñaron todo por dentro, a los atletas y sus habilidades. ¡Me lo pasé genial!
Bastante bien Isabel, dale un repasillo a las faltas y estupendo.
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