Era una tarde cualquiera. Yo iba a casa de mi amiga, cuando de pronto sentí que algo me tocó. Me giré y no vi a nadie, así que no le dí mucha importancia. Ese "algo" me volvió a tocar, otra vez. Me giré y no vi a nadie, pero me empecé a asustar. Así que, aceleré el paso y llegué lo antes posible a casa de mi amiga.
Sobre las diez de la noche, regresé a mi casa. Iba muy asustada, porque pensé que ese "algo" que me tocaba y de repente desaparecía era alguien que me seguía. Empecé a notar la presencia de "alguien" o "algo",otra vez. Eché a correr, muy asustada.
Casi llegando a mi casa, me armé de fuerzas y me giré, poniendo pose de karateca, por si las moscas. Entonces descubrí que ese "algo" que me tocaba y desaparecía era un perrito. Me lo llevé a mi casa y se lo conté todo a mis padres. Decidimos adoptarlo y ponerle de nombre Drako.
miércoles, 22 de octubre de 2014
Una tarde muy asustadiza
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Muy requetequebien Rocío, felicidades.
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